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No puedo negar que adoro a los animales. Desde que pude hacerlo siempre me he rodeado de alguna mascota, sobre todo de perros y gatos, aunque tengo una alergia galopante a éstos últimos! Me encanta su compañía y sobre todo su nobleza.
Mi primera compañera fue Lubna, una perrita de raza pastor belga malinois, quién compartió su vida conmigo durante sus 12 años de vida. Cuando se marchó, fruto de los años y de la vejez, me prometí a mi misma no volver a tener perro para no pasar de nuevo por el enorme sufrimiento de su pérdida, pero al poco tiempo, y superada su partida, empecé de nuevo a añorar un nuevo amigo canino. Así que, de nuevo, entró en mi vida mi princesa Lilu, después su retoño Lucas y más tarde apareció Zar y después nuestro gato Viernes, al que encontré una mañana, maullando de pura hambre, cuando aún era un cachorrito precioso, pequeñísimo y asustado.
Desde entonces me despierto estornudando cada mañana, pero no importa, "sarna con gusto no pica", eso dice mi madre, porque me siento feliz cuidándo de ellos y observando como me miran con esos ojitos de puro enamoramiento.
Les doy lo mejor de mi, comparto con ellos mis ratos de relax, mis mas tiernas caricias, y jamás me canso de tirarles la pelota, ........ aunque no me la devuelvan! Y yo recibo todo lo bueno que hay en ellos, porque, en realidad, ellos si que no tienen ninguna mala cualidad, están llenos de lealtad, fidelidad y agradecimiento.
Estas fotos son mi regalo para ellos, porque cada día están muy presentes en mi vida, aunque, como no las pueden ver, mejor les doy una galleta,...... seguro que les gusta mucho más!
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